El ojo predominante en el golf
El ojo predominante en golf es un factor que influye en el swing (además de la elasticidad muscular, la coordinación y la técnica), teniendo gran importancia en la alineación y en el golpeo de la pelota, incluso y sobre todo en el putt.
Cada uno de nosotros tiene uno que influye en diferentes acciones, incluida la de apuntar a una meta. El otro en cambio tiene la tarea de transmitir la profundidad de los objetos.
¿Cómo saber cuál es el nuestro? Hay pruebas, pero de forma muy sencilla basta con fijar una portería lo suficientemente alejada en el centro de las manos y luego cerrar alternativamente los ojos. Cuando el cristalino ya no aparece centrado, el ojo cerrado en ese momento es el dominante.
Para los diestros, si el ojo predominante es el izquierdo, tienes ventaja en el movimiento de swing.
Aquellos que juegan con el pie derecho y tienen un ojo derecho dominante pueden, de hecho, encontrar más difícil alinear sus ojos y hombros correctamente y paralelos a la lente. Esto ocurre porque, al apuntar el balón con el ojo dominante, puede llevar, inconscientemente, a colocar los hombros y la línea de los ojos más a la izquierda, limitando la rotación de hombros y caderas.
Golfistas famosos como Jack Nicklaus también han incluido el ojo dominante entre las variables a estudiar en su preparación ad hoc, mejorando significativamente su rendimiento. En la puesta a punto, el gran campeón estadounidense giró la cabeza unos grados hacia la derecha justo un momento antes de iniciar el backswing: con este pequeño truco consiguió «enfocar» la pelota con su ojo favorito (el izquierdo) y mantenerla. perfectamente inmóvil durante todo el backswing. Si, por el contrario, hubiera comenzado con la cabeza perfectamente erguida, inadvertidamente se habría visto obligado a girar la cabeza durante la carga.
Ser cruzado, es decir, jugar diestro con el ojo izquierdo dominante, es sin duda una pequeña ventaja, especialmente con un putt. En este caso, de hecho, solo necesitas hacer una pequeña rotación de la cabeza para ver el agujero cuando estás en la posición de montaje.
En la preparación de futuras muestras conviene tener en cuenta, entre otros factores, la dominancia del ojo. También hay que recordar que es dentro de los 10 años de edad, cuando la conexión cerebro-sistema nervioso-músculo/sistema esquelético es máxima, cuando se producirán las mejoras más incisivas.
En conclusión, por tanto, tener en cuenta el ojo dominante es una práctica cada vez más habitual entre los profesionales y profesores de golf.